MI HISTORIA Y LA VUESTRA
P.G.S.1998/99
SEGUNDA PARTE:Pasaron las vacaciones de Navidad y regresamos a clase.
Como he hecho en los capítulos anteriores, voy a destacar un rasgo de la personalidad de cada alumna para que no sean para vosotr@s unas desconocidas. ( Tengo que ser sincera con vosotr@s al deciros que no os miento al nombrar una pequeña pincelada de la personalidad de cada una , lo que escribo es lo que es, pero omitir no es mentir , y como comprenderéis, sí que me callo lo que yo considero que no es adecuado nombrar. En tantos años he tenido alumn@s de todo tipo, gamberr@s, responsables, trabajadoras, gansas, aseadas, desastradas etc.; Considero que no es necesario nombrar estas "cualidades" para contar mi historia." Perfecto no hay nadie, todos tenemos algún "defecto" que debamos mejorar.
Bueno y ahora paso a nombraros a mis alumnas del curso 1998/99, no olvidéis que lo que os cuento es la realidad.
- Mª Reme: discreta, humilde.
- Susana: introvertida.
- Katty : resuelta.
- Vanessa: responsable.
- Verónica: prudente.
- Elvira: sensata.
- Mamen: responsable.
- Susana Burgos: perfeccionista.
- Violeta: decidida.
- Susy: desenvuelta.
- Noemí: dispuesta.
- Pili: aplicada.
- Mº Carmen: pizpireta.
- Loles: responsable
- Sheila : aplicada
- Sacramento: muy introvertida.
Todas muy, pero que muy trabajadoras.
Como os había dicho este curso fue especial, primero en cuanto a la cantidad de trabajo que hicieron, superaron con creces los objetivos previstos.
Cortamos pantalones, los numeramos y formamos una cadena de producción, hasta pusimos las máquinas en el orden correcto para que la situación fuera más real. Les enseñe todas las operaciones de la confección de esta prenda, controle métodos y tiempos, y por supuesto supervise la calidad alcanzada, todo esto con el fin de ver como se desenvolvía cada una en las distintas fases de la confección de la prenda.
A estas alturas del curso ya tenía claro donde quería llevarlas a prácticas, por el entusiasmo y las ganas que tenían de trabajar se merecían lo mejor.
Aparte del trabajo también hubieron piques entre ellas, no os penséis que todo fue como una rosa (las relaciones personales no son fáciles).
Habían dos alumnas en concreto que se profesaban antipatía, esta venía de mucho antes de empezar el curso, y aunque las avise de que se controlarán, (quizá por la juventud que tenían ,16 años), esta hostilidad era manifiesta a la menor ocasión, incluso involucraron a sus novios en sus rencillas .Apunto estuvimos de expulsarlas a ambas cuando ellas y sus parejas se enzarzaron en una pelea al salir de clase, gracias que l@s pudimos separar antes de que llegaran a males mayores. La dirección del centro les lanzo un ultimátum; o se comportaban y dejaban aparte sus problemas personales o las expulsaban del curso, así y todo creo recordar que como castigo estuvieron unos días sin venir.
Después de estar unos días en casa,tuve una serie de reuniones que mantuve con los padres y con ellas durante la semana que no asistieron a clase (siempre fuera de horas lectivas), se tranquilizaron algo, aunque tuve que estar todo el curso pendiente para que no volviera a suceder ningún percance entre ellas.
Siempre ocurre: que al ser pocas alumnas, muchas horas juntas, una enseñanza muy personalizada , muchos trabajos en común, los sentimientos más pronto o más tarde terminan por aflorar, y estos no son siempre positivos.
Considero que mi trabajo aparte de enseñarles un oficio, tarea que considero muy importante, aun lo es más el enseñarles habilidades sociales.
(Por eso estudie Integración Social). En todos los cursos que he impartido sean para jóvenes o adultos, ocurre que a veces es más necesario saber cómo transmitir, que controlar los conocimientos del tema que toca enseñar.
Cuando faltaban dos meses para que terminara el curso una alumna se quedo embarazada y decidió que abandonaba, quería vivir con su pareja y tener el bebé. (Hay que respetar las opciones personales, no somos quién para meternos en la vida de los demás).
Empezamos las prácticas, (el tiempo que duran estas son muy movidas para mí, venga viajes con el coche por los pueblos de la comarca).
Otra de las alumnas el primer día que tuvo que ir ella sola a prácticas, se quedo en la puerta del taller donde las iba a realizar, y luego le entro la espantada y se fue; posteriormente por un sinfín de motivos tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico, y actualmente está muy mal, tiene una discapacidad reconocida del 90%. Cuando la veo paseando por la calle pienso ¿Qué donde está la chiquilla risueña y tímida a la que yo enseñaba? , "se me rompe el alma".
La vida muchas veces es así de dura, y cuando se ha trabajado con tantas personas tan directamente como yo, y se ha realizado seguimiento de ellas, te encuentras con toda clase de realidades.
"De todo hay en la viña del Señor" ¿no dicen eso?
Las prácticas ese año quitando de un par de excepciones fueron un éxito, yo ya sabía que iba a ser así, 13 contratos conseguí ese curso, no os penséis que este resultado es trabajo fácil, detrás de la firma de estos contratos hay muchas visitas a las empresas, muchas charlas, muchos ruegos y mucha colaboración con los empresarios, con los padres, pero principalmente con l@s alumn@s.
Os podéis imaginar cómo me siento, cuando entre todos logramos que lo que esperan las alum@s se convierta en realidad; es una satisfacción muy grande decirles" como lo has hecho muy bien, y te has esforzado aquí tienes el contrato para que lo firmes", esa mirada, esa sonrisa con la que te responden no se olvida por muchos años que pasen.
(Y es que este oficio que tengo me llena de satisfacciones.)
Hasta aquí el curso 1998 /99. Nos vemos en el siguiente curso que fue un TEFIL (taller de formación e inserción laboral).
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